martes, 13 de noviembre de 2018

El problema de la afonía en un Malinois

La ronquera o afonía es una afección que puede presentarse por sí sola o como un síntoma más de otras diversas enfermedades. El ave se ve impedida de emitir cierto tipo de sonidos a consecuencia de la inflamación que se produce en la siringe lo que, en mayor o menor medida, perjudica e incluso anula  la emisión de canto.


Puede tener su origen en acariasis, infecciones respiratorias diversas (bronquitis, pulmonías, alergias, catarros, enfriamiento, u otras causas).
Aquí trataremos sobre las más comunes, las que normalmente se originan a consecuencia de enfriamientos producidos al cambiar el ave de ambiente con temperaturas distintas, al someterlos a corrientes de aire, al ingerir agua o pastas demasiado frías e incluso como consecuencia de una excesiva actividad canora.
En cualquier caso este fenómeno es lo suficientemente frecuente como para que el aficionado, sobre todo el dedicado al canto, deba estar preparado para tratarlo en cuanto observe los primeros síntomas ya que, aunque es posible que éstos desaparezcan espontáneamente, también cabe la posibilidad de que surjan complicaciones de mayor gravedad.
El tratamiento de esta afección deberá estar siempre en consonancia con su gravedad. No debemos olvidar nunca que cualquier tipo de medicamento puede perjudicar, por posibles efectos secundarios, otros órganos del ave, por lo que debemos observar siempre una estricta administración y dosificación con el fin de aplicarle justamente lo preciso y de evitarle así riesgos innecesarios. De la misma forma que a nadie se le ocurriría apagar una cerrilla con un cubo de agua asimismo nosotros deberemos aplicar los remedios a nuestro alcance con toda la mesura y proporcionalidad de que seamos capaces.



En los casos leves y si estamos en época de educación de nuestros ejemplares y, por lo tanto, nuestros pájaros están tapados en sus jaulas, deberemos destapar y mejor aún aislar en un lugar diferente al pájaro o pájaros afectados durante 48 horas, administrándoles medio bebedero de agua al que se le habrá añadido una cucharadita de miel y seis gotas de limón, que le suavizará y desinfectará la garganta al tiempo que le aporta vitamina C. El bebedero deberá cambiarse cada 6 a 8 horas procediendo en cada ocasión a un concienzudo lavado, incluso con lejía o detergente.
Si al cabo de cuatro días no observamos ninguna mejoría deberemos acudir al veterinario o bien comprar en cualquier farmacia, parafarmacia o herboristería, hojas de eucalipto o, en su defecto, también podemos adquirirlo en líquido, aunque en este último caso deberemos asegurarnos de que en su composición no figure mentol ya que es un producto que dañaría el sistema nervioso del ave.
A continuación procederemos de la forma siguiente: pondremos al fuego un recipiente de agua hasta que hierva, momento en que añadiremos un puñadito de hojas de eucalipto o unas gotas -si hemos preferido esta modalidad-, tapando a continuación el recipiente y dejándolo hervir unos instantes. Previamente habremos instalado el ejemplar o ejemplares afectados en una pequeña habitación el con fin de que, cuando la cocción esté preparada podamos hacer que los pájaros respiren estos vahos. Este tratamiento deberemos aplicarlo dos o tres veces al día, teniendo al pájaro mientras tanto destapado.
También suele dar muy buenos resultados los vaporizadores que venden en farmacias y que se suelen utilizar en los resfriados infantiles. En ese caso podríamos aplicarlo durante cuatro o cinco horas al día, echándole unas cuantas gotas de eucalipto, pero tomando la precaución de no añadir sal en el dosificador, como indican las instrucciones del vaporizador, ya que la excesiva producción de vapor podría mojar a los ejemplares.
Si transcurridos 4 ó 5 días no se observa ninguna mejoría tenemos que empezar a pesar que la siringe se ha visto gravemente afectada y no nos queda más remedio que aplicar antibióticos en evitación de que la infección pueda extenderse a todo el aparato respiratorio.
Durante el tiempo que dure el tratamiento, será beneficioso que el pájaro beba en medio bebedero de agua, una cucharadita de miel y una pizca de sal, que previamente habremos diluido. Este preparado se renovará a diario tomando la precaución de desinfectar el bebedero en cada operación. Al cabo de 6 a 8 días es casi seguro que por grave que sea la afección, ésta habrá desaparecido. Pero en este caso, se debe tener en cuenta que hemos utilizado antibióticos y que, por tanto, debemos reforzar su alimentación con probióticos y semillas ricas en proteínas, tales como rábano, colza, cardo, linaza, perilla, chía, algunos cañamones e incluso algunas semillas de col, lechuga, escarola o negrillo.



Importante que no se utilicen antibióticos nada más que en casos de verdadera gravedad en que otros tratamientos hayan resultado ineficaces ya que su administración puede producir secuelas como depresión del sistema inmunológico u otras, al punto que incluso la fertilidad se puede ver afectada sensiblemente, tanto en el macho como en la hembra, y no es raro observar que ni siquiera en su momento, entran en celo. (G.B.)

1 comentario:

  1. Interesante articulo, muy claro y correcto. Gracias. El tratamiento es un poco complicado y demorado pero lo aplique y tuvo buen efecto y resolvio el problema. Salve dos Malinois y ahora veremos si funcionan en criar y se sostienen en salud.
    Gracias, busque y busque y su articulo al fin aparecio y me guusto y lo aplique. Voy a seguir su blog. Saludos desde America y felicidades en su aviario. Julio Valella Florida, USA

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